ESTRUCTURA SOCIAL Y COMPORTAMIENTO:
Nos encontramos ante un ave con un comportamiento particular. El Bimanchado Dybowski podemos mantenerlo en colecciones con otros granívoros, pero con restricciones. Debería haber espacio suficiente para que los demás pájaros puedan tomar refugio si lo necesitaran, ya que los Dybowski machos tienden a hacerse agresivos, en particular en el inicio de la estación de cría. Esta especie muestra mayor agresividad cuanto mayor es el grado de similitud en el plumaje, siendo especialmente susceptibles de agresión las especies Emblema picta, Emblema guttata y afines. Se trata de un ave extremadamente agresiva con sus congéneres, me reitero, extremadamente agresiva con sus congéneres. Los machos a menudo atacarán a los jóvenes cuando empiecen a romper el color, y por esta razón es aconsejable quitar los jóvenes en cuanto sean autosuficientes. Esto es por lo general aproximadamente cuatro semanas después de que hayan abandonado el nido.
Debemos ser muy cuidadosos al constituir las parejas. El Dybowski es monógamo, y no tomarán fácilmente a un compañero nuevo. Si uno de una pareja muere es mejor quitar el pájaro enviudado, e introducirle después de algún tiempo a un compañero nuevo en una pequeña jaula. En primer lugar, habrá que situar a la pareja de modo que se vean el uno al otro, en jaulas contiguas o separados por una rejilla. Una vez juntos deberán ser vigilados de cerca, puesto que no siempre se agreden inmediatamente. Pueden pasar varios días hasta que el macho empiece con las agresiones. Machos adicionales o hembras, junto con parejas, muy probablemente serán atacados. Ello ocasiona con frecuencia la muerte del nuevo huesped. Los machos no deben estar juntos. Antes o después uno de ellos empezará a matar a los demás uno tras otro. No importará quien sea el agresor. Aunque lo localicemos y lo retiremos, el siguiente en la cadena jerárquica asumirá el mando y por lo tanto el mismo papel.
Son relativamente domesticables, y suelen acudir directamente hasta el comedero cuando el alimento vivo es suministrado.
Cuando sean transportados es mejor colocar cada individuo en un compartimento separado. Una pareja consolidada puede ser transportada junta, pero bajo supervisión. Esta especie tiende a hacerse más beligerante cuando está bajo tensión.
Pasan la mayor parte de su tiempo sobre el suelo, escarbando en la tierra en busca de alimento.
La parada nupcial del macho por lo general se realiza sobre el suelo de la pajarera. El macho sostiene una brizna en su pico, y levanta la cabeza irguiéndola. Durante el proceso el macho canta suavemente. Los Dybowski tienen una amplia gama de llamadas vocales. Son unos grandes cantores.
ALOJAMIENTO:
Podemos conseguir la reproducción de esta especie en jaulas grandes, pero se obtendrán mejores resultados manteniéndola en pajareras grandes, bien plantadas. El principal problema de la reproducción en jaula es controlar la agresividad del macho hacia la hembra. Las pajareras deberían estar bien protegidas de vientos fríos y corrientes. Éstas deberían orientarse al sudeste, de modo que los pájaros puedan tomar el máximo de la luz del sol a primera hora de la mañana, en particular durante los meses de invierno.
Son generalmente una especie robusta. Sin embargo, no le sienta bien la combinación de frío y humedad. El suelo de la pajarera debe estar bien preparado para mantenerse tan seco como sea posible. El suelo de tierra debería ser removido semanalmente. De este modo, al quedar expuesto, el alimento vivo es accesible. Además, el aireado facilita la descación del suelo, salvaguardándolo de infestaciones de hongos. Aunque ésta sea una especie robusta, no es recomendable exponerlos durante períodos amplios de tiempo a temperaturas menores a 5 ºC. El Dybowski es menos capaz de soportar el frío si éste viene acompañado de humedad alta.
Podemos proporcionarles arbustos y hierbas en la sección de vuelo de la pajarera. Los arbustos ideales son variedades de crecimiento denso y bajo. Hierbas forrajeras altas y medias también pueden ser plantadas. Sin embargo, no sobreplante, y permita que el suelo suficientemente abierto. El acicalado mutuo es usual entre miembros de esta especie, y a veces puede conducir al picaje.
CRÍA EN CAUTIVIDAD:
El Dybowski es un espécimen ideal para la cría en pajarera. No son frecuentes en España, aunque algunos criadores están obteniendo resultados reproductivos.
La elección de nido puede variar de nidales semiabiertos a cestas tejidas, grupos de hierba, o ramas secas atadas a la pared interior de la sección cubierta de la pajarera. El nido estará por lo general cerca, o sobre el suelo. Pueden anidar en grupos de hierba, o en arbustos bajos situados en la sección descubierta de la pajarera, si la hubiera. Disuada esta práctica en la medida de lo posible. Una repentina lluvia torrencial provocará perdida de huevos o polluelos. Otra opción adoptada por los Dybowski es la de anidar en cestas grandes colocadas entre ramas secas o vivas.
La construcción del nido la realiza el macho. El nido es una estructura en forma de esfera de aproximadamente 120 mm de diámetro, con una pequeña entrada.
La hembra pone de cuatro a seis huevos pequeños y blancos. La incubación comienza con el tercer o cuarto huevo. Ambos sexos incubarán durante el día, y sólo la hembra durante la noche. El período de incubación es de unos 13 días, y el índice de fecundidad es aproximadamente del 70 por ciento. Los jóvenes saltarán del nido en torno a los 14 días después de la eclosión, pero volverán a él a pernoctar durante una semana más. La inspección del nido no es recomendable, ya que esto puede provocar que los padres abandonen la nidada. Los padres alimentarán a los jóvenes durante 3 semanas más una vez abandonado el nido. Será necesario sacar a los jóvenes cuanto antes de la jaula o pajarera, ya que el macho podría atacarlos una vez que éstos presenten la coloración adulta. Los jovenes adoptan el plumaje definitivo a partir del mes después de abandonar el nido.
Por lo general obtenemos un porcentaje mucho mayor de machos. Sólo el 10 por ciento de los pollos que llegan a la muda son hembras. Ésto, sumado a que las hembras son vulnerables a la agresividad de los machos, hace que encontrar hembras no sea una tarea nada fácil.
